Un amigo me comentaba que su bebé tiene asma pero que ya no quiere que use su inhalador que le indicó el pediatra para controlar sus ataques de asma. Le comenté que debía seguir al pie de la letra las recetas que le dejaba su médico, y que si no se iba a arrepentir, pues se lo que es tener un hijo que padece de asma. En una ocasión también pensé igual que él, y creí que si mi hija no usaba su inhalador iba a combatir el asma de otra manera y que ya no estaría acostumbrada a tanto medicamento.
Realmente fue un error porque en aquella ocasión mi hija se vió muy afectada cuando al principio una simple gripe, paso a ser una tos inofensiva y progresivamente fue aumentando paso a una tos seca y persistente los jarabes solos no trabajaban bien, ni que decir del medicamento para la gripe. Para hacerles el cuento más corto, mi hija se complicó en tan solo tres días después de haberle comenzado su gripe, decidí llevarla al pediatra, después de la revisión que le hizo, le diagnosticó bronconeumonía, yo no podía creer que mi hija se había complicado tanto por mi negligencia y sobre todo por mi ignorancia y sobre todo por querer curarla yo como si fuera médico.
Al final aprendí algo bueno: No volver a tomar la salud de mi hija como si fuera un juego. Lo mismo le dije a mi amigo.
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Author: Arty Alvarado
Updated: 24/03/2015
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